Una pizca de demografía e historia
La República de Panamá tiene una extensión de 74,177.3 km2 (1.45 CRC) y una población de 4,058,374 almas (0.88 CRC). Con un estimado de 1,310,990 personas viviendo en Ciudad de Panamá o sus alrededores, sobra decir que las provincias panameñas tienen densidades bajas de población.
Panamá tiene dos fechas de independencia. El 28 de noviembre de 1821 se independizó de España como parte de la República de Gran Colombia. El 3 de noviembre de 1903 se independizó de Colombia para formar la República de Panamá.
Sobre Panamá
Qué difícil escribir sobre Panamá. Un país hermoso, con gente buena y alegre, con tantas oportunidades. Que sin embargo sufre de varios males muy específicos que hacen de ciertas porciones del país, lugares a los que no se puede ingresar.
Delta del Río Gatun Chagres
Entre las cosas buenas salta de primero el Panameño. Sí, tosco en su trato inicial, constante crítica de los extranjeros que visitan el país, una vez que entra en confianza el panameño es desprendido, alegre, preocupado y generoso. El fuerte del panameño no es el servicio al cliente, mucho menos en el sector público, pero el turista no debe dejarse llevar por esa primera impresión y pronto va a descubrir la verdadera personalidad del pana.
Vista desde el Cerro Campana hacia la Bahía de Chame
Luego viene un país de variados y hermosos paisajes. Abundantes playas en ámbos oceanos, cordilleras altas, historia rica. Panamá es un gigante turístico dormido a causa de años de depender económicamente del Canal. La industria turística panameña se ha especializado por décadas en los tours al Canal, a la Cinta Costera, el Casco Antíguo de la Capital y los centros comerciales. Pero poco a poco empiezan a salir emprendedores que comienzan a promocionar las playas, particularmente del Pacífico; las tierras altas de Boquete, el archipiélago de Bocas del Toro. Falta mucha infraestructura turística, falta también conciencia entre el panameño sobre las ventajas del turismo y finalmente faltará también una gran limpieza de calles y caminos.
El país además cuenta, apalancado por el canal, con una capacidad envidiable de ejecución de obra pública. El canal, el metro, las múltiples autopistas, los megapuertos evidencian lo que son capaces de hacer, obras de primer mundo. Queda el sensación de que se quedan atrás en la parte de mantenimiento de obra pública, y no es raro ver las calles con múltiples huecos y rajadas en la superficie de rodamiento o los espacios públicos sucios.
Puente atlántico sobre el Canal (en construcción 2017)
Por otro lado, quizás el mayor de los problemas de Panamá es la repartición de la riqueza. En Ciudad de Panamá conviven decenas de rascacielos impresionantes con barrios marginales conocidos como “Zona Roja”. En Tolé y Chiriquí Grande, provincias mayoritariamente indígenas, se puede respirar la pobreza. Colón tiene un centro de ciudad impresionantemente descuidado, rodeado de residenciales y condominios modernos y lujosos.
La
pobreza siempre trae consigo problemas en el manejo de desechos. Muchos
panameños se han acostumbrado a vivir en medio de la basura y llega el
punto en el que ya no basta con tirar la basura a un lote baldío o al
caño. En Sabanitas, por ejemplo, no es raro ver casas con su propio
jardín lleno de basura. La basura desde luego atrae a nuestro amigo el
Zopilote Negro, además de que ensucia los rios y las quebradas y genera
olores fatales en combinación con el calor y humedad propia del país. La
delincuencia común es otro gran problema del país, desde luego que
también asociada a la pobreza y no es raro que los mismos panameños le
recomienden a los extranjeros no entrar a ciertos barrios o andar de
noche en sectores de las ciudades. Esto, a pesar de contar con una
policía militarizada bien equipada y de amplia presencia.
Uno de los buses que dan servicio entre Colón y Portobelo
Ninguna de estas es razón suficiente para no visitar Panamá. El país es totalmente seguro de día y de noche en tanto no se entre a los barrios marginales. Y si bien esta visita fue en tiempo récord por el asunto de embarcar el carro para Colombia, sin duda el plan es hacer una visita correcta y formal a lo que ofrece Panamá a la vuelta, más allá de Ciudad de Panamá, donde incluso los mismos panameños muchas veces no conocen.
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